LA SALUD DEL TRABAJADOR Y LAS FILAS DE INMIGRANTES

En EP del día 17 de diciembre de 2013 puede verse un vídeo impresionante.

Dura poco y para llegar a él hay que pasar antes por un anuncio de Lotería, o de Iberia, y, en cuanto se acaba, te das de bruces con otro de cosas para afeitarse. Pero merece la pena. Mucho.

Se ven, desde arriba y con cámaras de visión infrarroja, dos columnas de personas que avanzan. Son pequeños puntos en filas indias elásticas (seguramente se mueven por terrenos abruptos). Se apelotonan o se espacian. Pero avanzan, paralelos, en la misma dirección.

Son jóvenes africanos que quieren entrar en Europa saltando la barrera de una ciudad española que está en África. Han atravesado, al menos, un desierto y, posiblemente, alguna guerra y sueñan con estar entre nosotros y vendernos discos compactos piratas y bolsos baratos parecidos a bolsos de lujo caros. Aunque, quizá, ellos no saben qué van a hacer. Sabrán, sin duda, que son jóvenes, fuertes, sanos y que están llenos de energía y ganas y confían en que, en un mundo rico, la inteligencia del sistema sabrá sacar partido de tan poderosas cualidades y dejarles, a cambio, un cierto provecho propio. Con esa fe se dirigen a asaltar las murallas de nuestro castillo.

Y luego está la vida real que en mi caso consiste en navegar por foros fotográficos donde se analizan hasta el paroxismo las características técnicas de algunos sensores y lentes. Incluso en ese ámbito se puede colar algo de aire. Un forero cuenta que ha cerrado una de las tiendas de Hong-Kong en la que todos hemos comprado alguna vez. El dueño ha escrito que está consternado.
Literalmente: "I am terrible sorry that it's not possible at moment to deliver your order, our shop employe have healthy problems so we decidet to close for a short time the online shop".  

No pueden atender los pedidos porque se les ha puesto malo EL empleado. Nos enteramos así que nuestra tienda china preferida, que sirve accesorios fotográficos a todo el planeta, lo hacía con un solo empleado. La verdad es que tenían fama de lentos.

Qué es más real, ¿el avance aguerrido y audaz de la columna de emigrantes africanos? ¿la salud quebradiza del único chino que empaqueta para el mundo entero? Y, sobre todo, ¿cuántos africanos enérgicos hacen falta para suplir a un chino que era él solo un Amazon con patas? ¿podrán hacerlo?

La economía en la que vivimos deja fuera a tanta gente y explota tan descaradamente a tanta otra que los del medio, seamos sinceros, no sabemos razonablemente nada y, por lo tanto, vamos perdiendo nuestra razón de ser.


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